Y cuando Francisco
esperaba hacer la mili en Zaragoza, el destino, en forma de bombo del
sorteo de quintos, lo envió a Barcelona. Y, debido a su oficio,
entre caballerías, en el herradero del Cuartel de Gerona, en la
calle Lepanto de la Ciudad Condal. Allí alcanzó el grado de Cabo.
Y coincidió en
dicho cuartel, hacia 1920, nada menos que con José Antonio Primo de Rivera (1903-1936), quien se había incorporado como voluntario de
complemento y que enseguida fue ascendido, disponiendo de un caballo
al que, como cabo de herradores, Francisco herraba y cuidaba.
Francisco,
persona de una gran sensibilidad, captó enseguida,
independientemente de ideologías, el talismán que tenía ese joven
de 17-18 años, seis años menor que él, y esa admiración prosiguió
a lo largo de los años. Cuando el 20 de Noviembre de 1936 José
Antonio fue ejecutado en Alicante, Francisco de Val lo
sintió profundamente, como lo atestigua una poesía que le dedicó.
Cuenta
José Ramón Gaspar que en su primera visita a Villafeliche en la
primavera de 2009, para indagar sobre la vida de Francisco de Val,
nadie de los que entrevistó tenía noticia de que allí hubiera
nacido el compositor de "Campanitas de la aldea". A lo
sumo le sugirieron que Francisco, hijo de veterinario, bien podría
haber nacido (y, efectivamente, así lo dice la partida de
nacimiento) en el número 7 de la calle Patrocinio, casa donde de
siempre habían residido los sucesivos veterinarios.
Empresa
de seguros La Unión y El Fénix Español, lugar donde fue asesinada Mari Cruz Yoldi por una bomba de ETA, el 17 de octubre de 1987
Ayer los de Libertad Ya homenajeamos en Pamplona a Mª Cruz Yoldi en el 25º aniversario de
su asesinato por parte de ETA. Tras la presentación y la lectura de
los nombres de todos los asesinados en 1987, me tocó intervenir a mí
y, sobre un texto escrito, introduje algunas
valoraciones personales:
En
ese momento no incluí ninguna aclaración porque la daba por
supuesto. Pero al terminar, una persona me preguntó a ver si yo
quería que ETA hubiera matado a curas y monjas y me dejó
descolocado, ya que comprobé que a algunas personas no les había
parecido bien lo que dije.
Reconozco
que la frase no es políticamente correcta, pero,
al ser un tanto provocativa, además de llamar la atención, invita a una posterior reflexión.
Va,
pues, esa aclaración:
Oficialmente no sé cuantos dirán, pero aquí yo cuento 243 guardias civiles asesinados. Y la fuente (la propia Guardia Civil) me merece toda la confianza.
¿Por
qué ETA se cebó con la Guardia Civil (243 asesinados)? Porque la
Guardia Civil siempre ha estado en primera línea en la lucha contra
ETA y porque políticamente le resultaba rentable: en muchos pueblos
de Euskadi y de Navarra han sufrido el desprecio generalizado
(txakurrak,
perros) del mundo nacionalista y la
incomprensión de muchos izquierdistas.
Monseñor Setién y Jesús Lezaun. No he conseguido la cita exacta de Lezaun, pero lo escuché hace bastantes años en la tele y la idea era, más o menos, ésta: "¡Cómo se puede comparar a un joven de ETA con una pistola roñosa con una tanqueta de la Guardia Civil!"
Volvamos
del revés la pregunta: ¿porqué ETA no ha asesinado a ningún cura
(no digamos nada obispos...)? No sólo por la muy alta consideración
social que tienen en el mundo vasco, sobre todo en el PNV (jelzale,
jel: Jaungoikoa eta Lege zaharrak: Dios y las viejas leyes), lo que
supondría un descalabro político para ETA (son asesinos, pero no
tontos), sino porque la denominada iglesia vasca (salvo honrosas excepciones) no
sólo no ha estado en primera línea, sino que ha jugado a la
equidistancia entre víctimas y verdugos, cuando no con la connivencia, sintonía y complicidad con ETA (Herria 2000 Eliza, por ejemplo).
Hoy en día las cosas van cambiando, al menos en la iglesia vasca, pero, cuando se les pregunta sobre el tema, hacen lo mismo que I.U. con el caso Gordillo, o Sergio Ramos en aquel famoso penalti: echar balones fuera.
Las dos son orgullo de dos razas bravas. Una lleva el águila,la otra el león
Siempre
me ha llamado la atención la versatilidad, la plasticidad de
Francisco de Val. No fue a la América de habla hispana
hasta los 67 años (después de 1964, cuando le animó a ir Agustín Lara: “Si se va
usted a México, no volverá a España más que a gastarse el dinero
que gane allí”).
Valses criollos, huapangos, bolero
beguine, son guajira, tangos,
rancheras... fueron compuestas por Francisco sin haber cruzado el
charco. Sirvan de ejemplo: Alma del tango, El tornado, Camino de Caacupé (Camino de Guadalupe), Torito bravo, Maldición... Sus canciones enraizaron hasta el
punto de que en algunos países centro y sudamericanos creen que han sido
producidas por autores autóctonos o que son canciones populares de
Chile, Argentina, Paraguay, México...
Podríamos citar muchas más, pero hoy vamos a
presentar un par de canciones que hablan de la alianza entre México
y España:
Dos
banderas
Esta
canción mexicana (huapango)
de Francisco de Val fue interpretada en 1950 por el Trío Calaveras.
En ella se exalta la unión de ambos pueblos, el amor entre el águila
del escudo mexicano y el león del de España, algunos valores
raciales
como la valentía, el jugarse la vida por nada... Francisco no puede evitar aludir a los labradores de su tierra:
Dos
banderas (1950)
(por
Trío Calaveras)
El
Sol está enamorado
de
dos pueblos por valientes,
por
eso sale a besarlos,
cada
día, sonriente.
La
Luna, loca de celos,
se
pone trajes de plata
para
salir a rondarlos
cuando
el Sol se queda en casa.
Nadie
podría vencerlos
peleando
cara a cara.
Y
nadie reza como ellos,
y
como ellos nadie canta.
España
y México tienen
sus
banderas abrazadas,
bordado
en hilos de sangre
el
orgullo de dos razas.
El
águila del león
dicen
que está enamorada,
el
león la quiere mucho,
más
que a nadie, más que a nada.
Por
los campos de Aragón,
donde
la jota es más brava,
ya
cantan los labradores
plegarias
guadalupanas:
Virgen
guadalupanaaa...
Si
es muy cierto que nosotros
por
una canción lloramos,
a
cara o cruz con cualquiera
la
vida nos la jugamos.
Por
más que el mundo se empeñe
en
deshacer nuestra alianza,
siempre
nuestras dos banderas,
siempre
estarán abrazadas.
Siempre
nuestras dos banderas,
siempre
estarán abrazadas.
Llevo
dos banderas
En
1972 se graba el álbum de Manolo Escobar “Por los caminos de
España”. En este disco el gran Manolo hace un recorrido musical
por las, entonces, “regiones” españolas y elige para representar
a Aragón la canción de Francisco de Val “Llevo dos banderas”.
Respecto a Dos
banderas,
cambia la letra y la música, pero se trata del mismo tema (la
alianza entre España y Méjico, el león y el águila, la Pilarica y la Guadalupana...) y parecido estilo.
Pero,
para esta canción , Francisco incorpora algo absolutamente novedoso,
al menos por aquellos años: introduce la ranchera con una jota. ¡Y
qué jota! Una que sólo puede cantarla un gran tenor. Oídla, y me
daréis la razón (escuchad el runrún de asombro de la gente y el aplauso
final), en la contundente interpretación de Fernando Checa, en el homenaje a Conchita Carrillo:
Dice
el propio Francisco de Val que "Llevo dos banderas" es "una
exaltación
del Moncayo. El Moncayo es único en el mundo. Entonces asocié la
idea de fundir en amor a un nativo de Veracruz y a una aragonesa de
Ejea de los Caballeros. El hijo de ambos viene a besar la tierra de
su madre y sube al Moncayo, señalado hito aragonés incalculable".
Sin
la imponente voz de Fernando, pero con la gracia y profesionalidad
que siempre ha tenido, así la interpreta Manolo Escobar:
Con esta entrada inicio una serie sobre la vida de Francisco de Val. Sobre la obra, son muchas las entradas que he hecho, pero algunos lectores echan en falta algunos datos sobre su vida.
Hace algo más de un año José Ramón Gaspar y un servidor (Patxi Mendiburu) publicamos, gracias a la Diputación de Zaragoza, un libro sobre la vida y obra del compositor de Villafeliche, libro que ha servido de referencia obligada para estas notas y documentos sobre su vida.
Francisco de Val: de la sombra a la luz, de olvidado a desolvidado
Cuando
a principios de 2009 me interesé por Francisco de Val, encontré más
de 100 registros de canciones suyas en la BNE. Si miramos
concretamente en su Catálogo, sistemáticamente aparecían las
fechas de su nacimiento y su muerte: 1898-1984:
En la tierra no hay tan bello palomar. Imagen de J. Laurent (1875)
Hace
ya más de tres años que escribía sobre esta canción,
concretamente sobre la versión de Los Bocheros (1958), porque estaba
convencido de que era la que, escuchada de niño, con ocho o nueve
añicos, en la vieja radio de Dormitalería, permanecía en ese rincón del corazón donde se guardan los
recuerdos más queridos.